Fusiles de "uso exclusivo para la guerra" robados en Valparaíso encienden las alarmas por su destino al mercado negro
El robo de dos fusiles de asalto desde el Regimiento Maipo de Valparaíso ha puesto en el centro del debate la proliferación de armamento de guerra en manos de la delincuencia. El fiscal Sergio Moya ha sido categórico al señalar que las armas sustraídas, de fabricación israelí, son "armas para la guerra, no tienen ningún otro uso", lo que subraya la gravedad de su posible destino en el "mercado negro".
Estos fusiles, descritos por el fiscal como "hechas a pedido" y con "una serie de sellos de seguridad, inscripciones y pruebas balísticas", son altamente rastreables. Sin embargo, su presencia en el circuito ilegal representa una amenaza considerable para la seguridad pública, ya que "son apetecidas en el mundo del hampa", a pesar de su excepcionalidad.
Lo más preocupante es la revelación de que este no sería el primer intento. La Fiscalía investiga un atraco similar en el mismo regimiento a finales de mayo, donde la intervención de vecinos evitó el robo. La sospecha de que la misma banda esté detrás de ambos incidentes sugiere una operación organizada y con objetivos muy específicos.
El Ejército, por su parte, informó que los soldados conscriptos resultaron con lesiones menores tras el enfrentamiento con los asaltantes. La institución ha denunciado el hecho al Ministerio Público y la Fiscalía Militar, y ha iniciado una investigación sumaria administrativa, comprometiéndose a colaborar estrechamente con las autoridades para esclarecer los hechos y perseguir a los responsables.
